"A.: No soy de los que piensan con la pluma húmeda en la mano; y todavía menos de los que delante del tintero abierto se abandonan a sus pasiones, sentados en su silla y mirando fijamente el papel. Me irrito o avergüenzo de todo escribir; escribir es para mí una necesidad fisiológica, hablar de ello, aunque solo sea metafóricamente, me repugna. B.: Pero ¿por qué escribes entonces? A.: Mira, querido, en confianza: hasta ahora no he encontrado otro medio para librarme de mis pensamientos. B.: Y ¿por qué quieres librarte de ellos? A.: ¿Que por qué quiero? ¿Acaso quiero? Tengo que hacerlo. B.: ¡Basta, basta!"
San Federico nuestro que estás en los cielos...¡Venga a nosotros tu reino!
2 comentarios:
mmmm... me ha gustado!
Si, es genial. No me pertenece, ¡pero me identifica!
Publicar un comentario