La cuestión es a inflación. Vean como se demuestra quién es un vendepatria; voy a dejar de lado el tema de si hay una redistribución del consumo, si hay más mercado interno o de si el INDEC debería dar otras cifras.
Aquellos que protestan por no estar de acuerdo con las cifras oficiales de inflación son unos vendepatria. El aumento de precios no sigue únicamente las leyes de oferta y demanda, y menos en economías en las que eternamente aparece este miedo, ¡miedo!. El comerciante que remarca no lo hace científicamente sobre la ley de la oferta y la demanda, sino que prima el temor y la incertidumbre del mañana, y, exigir cifras más altas de inflación es lo mismo amenazar con el dólar a $10 (cosa que hoy no puede pasar por la cantidad de reservas del BC); sembrar el miedo. ¿Por qué no tiramos todos para el bien del país? La única realidad de querer admitir cifras mayores de inflación es reencarnar el eterno temor, ¡no es la voluntad de controlarla macroeconómicamente!
Aquellos que protestan por no estar de acuerdo con las cifras oficiales de inflación son unos vendepatria. El aumento de precios no sigue únicamente las leyes de oferta y demanda, y menos en economías en las que eternamente aparece este miedo, ¡miedo!. El comerciante que remarca no lo hace científicamente sobre la ley de la oferta y la demanda, sino que prima el temor y la incertidumbre del mañana, y, exigir cifras más altas de inflación es lo mismo amenazar con el dólar a $10 (cosa que hoy no puede pasar por la cantidad de reservas del BC); sembrar el miedo. ¿Por qué no tiramos todos para el bien del país? La única realidad de querer admitir cifras mayores de inflación es reencarnar el eterno temor, ¡no es la voluntad de controlarla macroeconómicamente!