Este post surge de otro, de un
blog al que visito frecuentemente, son varias mujeres, de distintas edades de las cuales saco mucho conocimiento. El tema, las parejas, el amor eterno, el matrimonio y todas su derivaciones.
El título de este comentario no es ingenuo, parafraseando a Kant, haré la crítica de la pareja. Crítica implica filosofía, es decir, ir al fundamento, a la causa primera de lo que se pretende conocer. Entonces arranquemos.
¿Qué es una pareja, qué es el amor? El sentido común diría que una pareja está fundamentada en el amor como fuente primera de ese vínculo. Un sentimiento de "afecto" (lo entrecomillo porque quiero ir avanzando mostazamerlísticamente, paso a paso) de distinda cualidad al sentimiento de afecto que al de una madre, o un hermano o un amigo. Mmmmmm, estamos en pelotas, no dice mucho. Hay gente que distingue entre amor y enamoramiento. Okey, qué es enamoramiento entonces, me interrogo. ¿Un sentimiento de "afecto" apareado a cierta fascinación por ella y fantasía sexual o deseo para con la mencionada, todo en una salsa de pasión? Mmmmmm, no se, pero dejémoslo así, se se me ocurre algo la complemento, por ahora la definición me satisface. Volvamos para atrás entonces, el amor hacia la pareja tiene ingredientes sexuales y afectivos, esa sería la diferencia frente al amor por otros seres queridos. Surge la pregunta siguiente: ¿existe el amor eterno? Sí, no, que se yo. ¿Pero es ese el fundamento de la pareja? ¿Las parejas están juntas por el amor, por la calentura, por la pasión?
No!, de ningún modo!
Hagamos la crítica entonces! Una fenomenología de la pareja. ¿Qué aparece en una pareja, después de ese estado de calentura, que algunos llaman enamoramiento (ya van a ver por qué es calentura, independientemente del afecto en el enamoramiento)? Piénsenlo bien, tómense su tiempo...
La intimidad muchachos/chas! La intimidad! El fundamento de la pareja es la intimidad, y ya mismo paso a decir por qué, pero antes unas salvedades.
La pareja tal cual la vemos hoy (aunque esté cambiando), el matrimonio, y en general, la monogamia, es decir, el amor a una única persona, surgen en un momento histórico determinado y por causas que ahora no analizaré. Sus instituciones, el matrimonio, por ejemplo, eran funcionales a cierto régimen naciente e imperante. Hoy caduco. Esto último es trascendental, el asombro de ciertas personas frente a la persistencia de la pareja, o al aumento de las tasas de casamientos (de divorcios también) no tiene cabida al repensar su fundamento. Vean por qué esto es así.
Esta sociedad, hoy por hoy, tiene muy determinado los modos y los ámbitos en los cuales relacionarse humanamente. El único y último aposento de la intimidad está en la pareja, y cuando digo intimidad me refiero a la total, la sensorial, la que huele, la que prueba, la que ve todo, la que escucha todo (o lo mas posible), la que siente en la piel. La intimidad total es, creo, una necesidad humana, una energía que necesita descargarse. Al no haber posibilidad de descargarla con personas ocasionales (sí se puede descargar energía sexual, pero sólo sería una partecita del paquete) se necesita de la pareja. Imaginen una sociedad en la cual no haya familia, amigos ni amores. No habría estipulación de las conductas ni ámbitos en los cuales descargarlos (a priori). Uno se relacionaría con cualquiera, en cualquier momento y de cualquier manera.
¿Qué pasa cuando uno se queda sin pareja? Se queda sin poder descargar su intimidad! Podrá descargar de a partes (sexo, diversión, apoyo emocional, etc.), hasta construir, a través de ese híbrido que es el enamoramiento y dejándolo en el olvido posteriormente, una nueva intimidad. ¿Qué aflora al principio tímidamente y al final violentamente, entre otras cosas, cuando uno se reencuentra con una pareja con la que compartió mucho tiempo y vida? La intimidad!
Hoy por hoy el cercamiento social para la intimidad mantiene y sustenta la pareja. El amor ( el componente de pasión termina por agotarse y pasa a ser un sentimiento de mucho afecto, como el que se siente frente a un hijo o un padre), la pasión, el emparentamiento sexual, y otras yerbas no sostienen largo tiempo la pareja, de ningún modo. No jodan, una pareja no está junta 50 años por amor. Por mas duro que suene no es así! Y cuando hablo de amor, hablo de lo que definimos al principio, salvo que por amor, ahora, querramos que sea un sentimiento de afecto del tipo que se tiene frente a un padre o un hijo.
La pareja es la institución social en la cual se puede expresar la intimidad total, la sensorial.