Voy a insistir con la idea del post anterior, pero desde otro lugar, o desde otro pensamiento. ¿De qué se habla? ¿Qué juego juega cada cual, porque todos lo juegan, y quién es el enganche, quién hace jugar? ¿De qué no hablamos y qué ceguera ignoramos?
Sin duda fue una movida estratégica del gobierno, no me queda otra manera de entenderla, no me cabe otra posibilidad; frente a quienes dicen que el gobierno demuestra que quiere gobernar gambeteando al congreso y que muy poco tiempo después de la discusión por el presupuesto sale con esta medida y el decreto posterior juegan un juego, un juego al que el pase se lo hace el gobierno. El gobierno sabe como le pegan y como le iban a pegar haciendo esto; dentro del camino al 2011 hay que enmarcar esto. Lanzar al candidato de la oposición, de antemano, que llegue "cansado" también. Pero esto nos deja no en la tribuna, sino viendo la pantalla.
Pino Solanas juega su juego también, y no está mal, ahora, en 2010 no está mal. La cuestión se va a ver en el 2011. Tampoco está mal, mejor dicho, tampoco es malo para el país la confrontación y la discusión. Lo que es malo es lo que hacemos y lo que no hacemos, y esa acción la llevamos a cabo toda como expectadores.
En cuanto a de lo que no se habla, o se lo hace poco y mal, algunos hablan de que en este contexto de crisis financiera mundial se puede obtener una buena quita, otros de que nadie espera recibir un mango por lo que no hay apuro a pagar destinando esa guita a la produciión, otros de auditar la deuda y ver realmente qué es deuda verdadera y qué robo. Todas las opciones creo son buenas, pero no hacemos otra cosa más que enbanderarnos y hasta "traicionar" posiciones personales en pos de una ceguera tribunera, ¡de un lado, del otro y del otro carajo!
Vamos a ver qué pasa en Chile, pero hay un "clima" distinto en Latinoamérica con respecto a los 90, y esto es por los desastres neoliberales y la acción progresiva de los pueblos. Sigue faltando unidad y control sobre el clima. Y la deuda debería ser algo que tendría que tratar el continente como bloque.
La hichada pide amarilla ante la actuación del jugador y se indigna, realmente se indigna, la vuelve a pedir y el referí, que en el fútbol argentino es un careta, la saca; el juego se vuelve una mierda. Una analogía con los términos en que la videopolítica nos plantea esta discusión.