Estas son las cosas que lastiman al fútbol, y lejos de estar orgulloso y festejar otro invento argentino, tengo ganas de trompear al gil al que se le ocurrió. Porque seguramente es uno de esos que juegan a los jueguitos, que hacen "vaselinas", y se enloquecen frente a una acrobacia atlética dentro de la cancha. Esos mismos que quedan indiferentes frente a un caño, una pisada, una pared o una gambeta; ¡y no hay castigo para ellos!
El reglamento perfecto, el sueño de los que nada entienden de este juego.
¡El fútbol es maradoniano gilastro! ¡Metete la táctica, los audífonos y todo tu basketbol en el ojete!
¡Aaaahhhhhhhhhhhhhh!
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