¡LA VIDA es una mierda!

No habla el frustrado, tampoco el depresivo.
Ese fue el grito de Arquímedes, la verdadera intuición, ¡LA VIDA es una mierda! ¡Nos vamos a morir! El que intuya esto será casi espacio y tiempo, será casi simultaneidad, casi libertad.




lunes, 27 de julio de 2009

Una reflexión inútil

Cuando se nombra la molécua fundamental de alguna especie vegetal se le da el nombre de esta y se le agrega una terminación "ina", algo así como aludiendo a algo proteico, a algo de la estructura fundamental: cafeína, mateína, teína, etc.
La rutina es la palabra inventada para aludir a la estructura fundamental del día; viene de ruta, de estaciones sucesivas. Es imposible pensar la rutina más allá o más acá del día. Uno podría pensar en la rutina semanal, pero no, no existe tal posibilidad; hablamos de una gestualidad y una secuencia estricta, y eso, tomado más allá del día, se esfuma (solo queda la visión separadora de actividad y ocio). La rutina habla del pueblo que sí o sí tenés que pasar para poder luego pasar por otro y llegar así al sobre nocturno. Tampoco se puede pensar la rutina en la hora, como si alguien creyese poder encarar cada hora de su vida rutinariamente. Mucho menos los minutos y así.
La rutina aplicada a otra función o práctica es valorada positivamente, como la rutina diaria de entrenamiento de un deportista o de estudio de un músico. La rutina aislada se califica negativamente y transforma en sustancia al ser; rutinario e infructuoso.
En definitiva, todo lenguaje es ua tautología.

No hay comentarios: