Alfonsín era el presidente, Juan Pablo 2do, el Papa. Me duele el paso del tiempo, sencillamente eso, lo demás es gilada. Las pastas de mi abuela en lo de mi abuela, la formación de los equipos, el grafitti "No al indulto"en la esquina de casa, estar jugando mientras mis viejos estaban plantados frente al televisor y captar la tensión pero preferir mil veces nunca dejar de ensuciarme en el piso, las consecuentes lágrimas de mi vieja luego de lo antedicho. El parlante para escuchar la tele de mi abuelo, su bicicleta y su felicidad. Los olores de cada casa y el diariero dueño de la calle desolada pasando en bici y avisando que venía como a tres cuadras y alejándose con su grito, la última posibilidad para que mi viejo salga a la vereda y le grite él. El fosforito que prendía mi viejo después de cagar. Diariooooooooooooooooooooooooo. Mi viejo corriendo. Mi vieja corriéndonos a mi hermano y a mí por el patio para fajarnos. El miedo ante una cagada. El miedo. Las fiestas con mis primos y los cuetes. La exploración de casas ajenas, cajones, baúles y baldíos. La siesta. Y mucho sol y parsimonia. La muerte de Alfonsín me trae esto, lo demás, para mí, son giladas.
miércoles, 1 de abril de 2009
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1 comentario:
Tanque,
veo que Abril, dicen que el mes de la poesía, te trajo mucho de eso mismo: poesía.
Me gustó mucho este pedazo de vida.
Mis ojos se detuvieron en la palabra miedo. A algo de eso he estado dándole vueltas. Hace un rato escribí que como sólo los niños y los locos se acercan a la verdad, entonces ellos son los que más tienen miedo.
Un beso.
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