¡LA VIDA es una mierda!

No habla el frustrado, tampoco el depresivo.
Ese fue el grito de Arquímedes, la verdadera intuición, ¡LA VIDA es una mierda! ¡Nos vamos a morir! El que intuya esto será casi espacio y tiempo, será casi simultaneidad, casi libertad.




jueves, 8 de noviembre de 2007

El sapucay, la i y la posibilidad de la melodía.

Voy a insistir en esto: La melodía está presente en el lenguaje oral. Iba a poner "determinada" en vez de "presente", pero quiero referirme al germen de la melodía, a su a priori. Dejemos de lado prejuicios antropológicos que hablan de la fuerte presencia musical en la cotidianidad de ciertos pueblos, la música no existe sin intelecto, los pajaritos no saben que cantan, y no cantan, nosotros los escuchamos cantar!
En un libro tedioso de Foucault, "las palabras y las cosas" el dolape comienza diciendo que se inspiró en un cuento de Borges. En dicho cuento se menciona una clasificación de los animales que, resumiendo, decía que se clasificaban en: a) pertenecientes al emperador, b) que acaban de romper el jarrón, c) lechones, d) pintados con un finísimo pincel de camello, e) pertenecientes a esta clasificación, f) que de lejos parecen moscas... Y sigue. Después el filósofo comenta acerca de la angustia que le producía leer esto, la imposibilidad de pensarlo, dice que Borges nos muestra el límite de nuestro pensamiento. Yo lo interpreto como se me canta (siguiendo los consejos de foucault), el resto del libro lo descarto y digo que las cosas se subordinan al lenguaje. Los animales que de lejos parecen moscas existen en la realidad, pero no en nuestro esquema linguístico intelectual taxonómico. He aquí la primer custión, lenguaje y realidad.
Ahora la pelota la agarra Diego Armando Maradona y cambia de frente fenomenalmente, pero la jugada sigue, y mejor, con más campo!
sunshine------Rayo de luz
penfriend-----amigo postal (o algo así)
ranking-------(escala de posiciones. Posiciones solo no, escala de posiciones que no es lo mismo)
etcétera. Una en alemán como frutilla del postre. Gottenfunken------destello de los dioses.
¿Qué nos deja entrever esto? La imposibilidad del castellano ( en argentina esto cambia un poco, otro día si me inspiro lo cuento) para crear este tipo de conceptos. Sabemos que nuestra lengua es muy rica en términos, tiene muchísimos, cada cosa ya tiene su palabra, y lo nuevo, o se adopta en inglés o se castellaniza o se explica con varios términos perdiendo efecto marketinero. Está en su funcionamiento y por lo tanto en nuestro intelecto, no somos capaces de crear un término que sea entendible para otro hispanoparlante (cartamigo, amicarta). Esto no sucede con el Inglés ni con el alemán. En algún lado leí que en alemania se inventan diariamente muchísimas palabras que desaparecen al otro día, sólo las inventa el escritor (del diario supongamos) por necesidad puntual, pero todo alemán la entiende. Seguramanete les ha pasado de leer algún alemán y que haya una nota al pié que dice "creemos que el autor con esta palabra quiere decir tal cosa".
Hay un detalle interesante que sirve para entrever esto mejor, la medicina. La medicina en castellano. Pensando médicamente si que es posible inventar términos entendibles para los que hablan ese mismo lenguaje, para los que hablan el lenguaje médico en castellano. Insisto con este mismo ejemplo: salivotórax. En medicina inventar esta palabra es fácil y sale como trompada al ojo. Pancitopenia, pioneumotórax, etc.
Conclusión: cada lenguaje tiene su propio funcionamiento, sus propias reglas intuitivas de formación de conceptos y discursos. Entonces como dije al principio, la inteligencia también.
Como ya demostré científicamente que la música no existe sin intelecto-voluntad, sin lenguaje, vamos a ver lo más osado de todo esto... aclaración: la medicina no canta!
Siguiendo el camino lenguaje-intelecto con voluntad-melodía me voy a zarpar y con las bolas como un toro digo que el inglés es un idioma musical. El castellano también, cualquiera lo es. Pero el inglés es vaselínico para esto. Así como la medicina en castellano es patinadora para la creación de concepto útiles en castellano, el inglés no tiene fuerza de roce para la melodía (el inglés, no un humano inglés!). Y esto no por las terminaciones iguales de las conjugaciones y la facilidad para la rima. Por su fonética!. La "i" es el núcleo de la melodía en sus comienzos. En ese punto de la palabra se establece el nudo melódico, el cambio de nota. Donde una vocal se junta con la "i" nace la frase melódica!
¿Cómo que no lo vés!? Hacé un sapucay con ea y te vas a dar cuenta!

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