¡LA VIDA es una mierda!

No habla el frustrado, tampoco el depresivo.
Ese fue el grito de Arquímedes, la verdadera intuición, ¡LA VIDA es una mierda! ¡Nos vamos a morir! El que intuya esto será casi espacio y tiempo, será casi simultaneidad, casi libertad.




lunes, 30 de noviembre de 2009

Acerca de Sandro, el transplante de órganos, el libre albedrío y la economía política del cuerpo

Primero voy a aclarar que esto es simplemente un ejercicio de pensamiento, y que las ideas no se contagian. Digo esto porque está lleno de autómatas del pensamiento, y sobre todo de izquierda que salen con su doctrina de reivindicaciones, a indignarse y se imposibilitan pensar, y la izquierda es también la crítica de la crítica crítica, ¡no lo olvidés!
La cuestión es la siguiente, hay toda una tradición religiosa y católica que se traslada posteriormente a la ley, psiquiatría mediante, que habla de las facultades mentales, la voluntad, el libre albedrio, el pecado sujeto a la voluntad, la culpabilidad, la imputabilidad y la inimputabilidad, etc.
El razonamiento es el siguiente, una persona que en su sano juicio decide fumar y se causa un EPOC avanzad0, que conduce a una insuficiencoa respiratoria y solamente puede sobrevivir con un transplante cardiopulmonar obtenido de una persona fallecida que voluntariamente decidió donar sus órganos, todos, el pulmón, los riñones, hígado, etc. Un transplantado que puede ontinuar viviendo, por definición (y fogoneado por los medios) habla de lo bueno que es donar órganos y salvar la vida de los demás, demostrando que está a favor de la donación de órganos. ¿Cuántos órganos no donó Sandro, que está de acuerdo con la donación, al recibir él un transplante y poder seguir viviendo hasta que los suyos ya no sirvan para donar? ¿Cuántos moriran a causa de no recibir el resto de órganos sanos de Sandro?
Estoy hablando de la responsabilidad que tiene cada uno en sus actos y en actuar de acuerdo a lo que se dice , y en esto incluyo muchas otras cosas (por ejemplo las leyes fascistas antitabaco). Está todo bien, ¿pero hay que hacer diferencia entre una persona que pierde un órgano por una enfermedad en la que su volintad no tiene nada que ver frente a otra que se lo daña a consecuencia de su accionar consiciente y, con la caracteristica de que además este posible receptor, en principio sería también un dador?

7 comentarios:

nanolefou dijo...

Podría ser que Sandro no fuese conciente de que lo que hacía lo conducía a su estado actual. Y también podríamos pensar que el cigarrillo es una adicción muy difícil de manejar, y que no es una cuestión de voluntad, y que a veces la conciencia nos oculta la reflexión acerca del riesgo al que nos exponemos. Yo no leí mucho a Freud, pero creo haber leído que a veces no somos tan dueños de reflexionar sobre ciertas cosas angustiantes, que digamos que el bocho nos oculta ciertas cosas, como por ejemplo: que somos adictos a algo que tarde o temprano nos va a hacer mierda.

No se tanketa, decime!

Novia de América dijo...

Preferí venir y dejarte un beso enorme a responderte en mi blog.

TANQUE, qué bueno volver a leerte. BESO desde el órgano principal (al menos para las novelas y los enamorados, ja!)

El tanque dijo...

Novia, tanto tiempo! El otro día me acordaba de vos porque resulta que tu primer comentario que me hiciste fue en un post sobre el heavy metal de la fiesta esa de las bandas de mi adolescencia;bueno, resulta, que el post llegó al Murci, el ídolo nuestro, y se vuelven a juntar para tocar en Bahía (¡Y me lo pierdo!)

Negro, lo que quiero quiero decir es sobre la responsabilidad de nuestros actos. Supongámoslo así, lo que graciosamente dijiste en tu post, que Sandro se recupera y dice "ahora tengo como para fumar 40 años más", estaría en todo su derecho, o no? En el tema del transplante de órganos se meten onceptos de economía liberal, escacez de órganos y alta demanda, se protocolizan normas para ver quien puede ser receptor y quien no, la edad, su forma de vida, etc. Entonces, una persona que sería donante de muchos órganos deja de serlo por recibir uno (de alguien que donó varios) al haberse destruido el propio.
Es un tema muy escabroso, porque tiene por un lado un costado altruista, otro egoísta y entre medio la economía, la necesidad de "asegurar " que ese bien escaso que es el órgano donado dure ucho tiempo, y tiene el matiz de que como en toda estadística, prima lo cuantitativo, cuatas más donaciones y vidas salvadas mejor.

Anónimo dijo...

muy buena reflexión tanque, muy buena
te mando un abrazo
burns
pd: lo que quería decir de verdad es: por fin sacaste a gardel !

El tanque dijo...

Ahora estoy a fondo con la música oi!

Anónimo dijo...

Es una muy buena reflexión la tuya Tanque.
Despues de leerte creo que no estaría desacertado establecer diferencias entre transplantes por enfermedades congenitas y transplantes por enfermedades generadas por vicios frutos de la decision personal de cada persona.
No se....dificil quien tenga que justificar la diferencia ante alguien que está al borde del abismo, no?

Abrazo.
COLO.-

El tanque dijo...

Hola colo, yo no digo eso de establecer diferencias, los protocolos ya están hehcos y por ejemplo a un toxicómano con el hígado destruido no lo van a transplantar.
En realidad lo qu me jode es el tema del tabaco, Sandro viene siendo el ejemplo del EPOC hace años, cuando yo estaba en la facultad las viejas lo mencionaban a Sandro como ejemplo del EPOC, y la esposa del cantante pidiéndole a la juventud que no fume! No me rompan las pelotas, pedile al Estado que le ponga impuestos a las tabacaleras, que les exija pagar sueldos como la gente, que dsimuniyan la producción, etc, pero no jodan con el pueblo. L omismo que el uso racional de la energía que se le exige al pueblo, ¡todas medidas educativas!, ¡pura educación cívica!. Ahora se viene la educación sexual, educación, educación, educación.
Sandro es el pucho.